En la mediocre ciudad de Locostein, Don Perronio, alcalde de la ciudad y gran empresario, está desesperado porque las máquinas de la única fábrica de la ciudad, que además es el medio de control de todos los habitantes han fallado.
Debido a esto, Don Perronio se reúne con la policía de la ciudad, con quienes acuerda un pacto para evitar que los trabajadores se queden sin hacer nada y evitar también que tomen conciencia de la realidad a la que están sometidos. Esta serie de hechos no tendrá control y desencadenará más problemas para los involucrados que se verán envueltos en grandes crímenes para consolidar dicho objetivo y perpetrar el poder sobre la ciudadanía.
